Residuos para mover el mundo

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En la carrera por reducir las emisiones de la industria, los biocombustibles ofrecerán una voluntad para desmarcarse de sus homólogos fsiles. Es una apuesta por la economía circular que maximiza la vida hasta de los materiales.

Los viajes por carretera, los vuelos y el transporte martimo representan casi una cuarta parte de las emisiones de gas de efecto invernadero del mundo, y el transporte sigue dependiendo en gran medida de los combustibles fsiles. Las subidas de los precios de la energa, junto a los esfuerzos mundiales para evitar los peores efectos del cambio climtico, han espoleado la bsqueda urgente de fuentes de energa limpias y renovables. En el camino hacia una economa decarbonizada, los biocombustibles, es decir, los combustibles producidos a partir de materia orgnica, son una de las paletas de cambio en el sector.

Hasta ahora, la mayor parte de estos combustibles sostenibles se han obtenido de cultivos agrícolas (como la caa de azcar, la remolacha o la melaza), cereales (como el trigo, la cebada o el maz), o aceites (como la colza o soja); Cultivos que también podrán destinarse a la industria alimentaria. Sin embargo, el impulso de la biotecnología está facilitando el desarrollo de los biocombustibles llamados de segunda generación, que son los elaborados a partir de residuos orgánicos como aceites usados ​​de cocina, desechos agrícolas o ganaderos, o biomasa forestal, entre otros. En España es obligatorio durante agosto de 2023 introducir un 10,5% de biocombustibles en el sector del transporte, objetivo que irá aumentando con el tiempo para acumular con los estándares europeos y alcanzar emisiones netas cero en 2050.

En escala mundial, la Agencia Internacional de la Energía pronostica que la producción de biocombustibles se duplicará a partir de alrededor de 2030.

Según estas organizaciones, los biocombustibles van a tener un papel determinante y demostrarán progresivamente todo su potencial, estando presentes en sectores como la industria y el transporte (aviación, transporte pesado terrestre y transporte marítimo). Sus ventajas hilos evidentes. Por tanto, tener un carácter renovable y permitir una reducción del 90% de las emisiones de CO2 respecto a los combustibles tradicionales. Asimismo, el uso de residuos para su fabricación promovido por la economía circular, es el que se produce a partir de residuos que, de otro modo, acabarán en vertederos. A esto suma que son qumicamente anlogos a los combustibles fsiles que se utilizan en los motores actuales, lo que permite su sustitucin parcial o total, desde ya, sin necesidad de modificar el sistema de distribucin o los motores.

Ante la necesidad de buscar alternativas para sustituir los combustibles fisionables, el desarrollo de soluciones como también los biocombustibles favorece la diversificación de las fuentes de energía y contribuye a una mayor autonomía y seguridad energética, especialmente en España y Europa, donde se promueve la búsqueda de nuevas materias primas. que pueden usar para su producción.

Siguiendo esa idea como hilo conductor, los científicos y las empresas siguen investigando formas eficaces y arrendadores de materiales primarios que pueden transformarse en combustible sostenible. Un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), en España, ha utilizado residuos de la industria frutícola para extraer aceite de naranja y analizar su potencial como materia prima para biocombustibles. Los resultados obtenidos en estas pruebas demuestran que dicho aceite podrá ser una alternativa viable para fabricar combustible de aviación y ser mezclado hasta en un 15% con el combustible habitual, sin ningún inconveniente significativo para el rendimiento de las aeronaves, y cumpliendo con todos los requisitos de los estándares de aviación. El biocombustible a sido tratado para reducir su tendencia a la formación de holln, por lo que suo ayudara a disminuir las emisiones contaminantes de los combustibles actuales, à la vez que da uso a los 30 millones de toneladas de residuos que cada ao genera la industria frutícola .

Por su parte, en la carrera hacia la descarbonización, Cepsa y Bio-Oils, compañía de biocombustibles de Apical, acaban de anunciar su colaboración para impulsar la producción de biocombustibles de segunda generación a través de la construcción de la mayor planta en el sur de Europa. El complejo, que se ubicará en el parque energético de Cepsa en Palos de la Frontera (Huelva), producirá 500.000 toneladas de SAF (sustainable fuel of aviacin, por sus siglas en inglés) y diésel renovable destinado al transporte terrestre, martimo y areo y Apoyar una inversión de hasta 1000 millones de euros. Los biocombustibles se producen con materia prima procedente de residuos orgánicos como productos de desecho o materiales utilizados en la cocina y evitando la emisión de 1,5 millones de toneladas de CO2 anuales, lo que equivale al 30% de las emisiones de la provincia de Huelva.

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