Hizo más de 340.000 llamadas durante un fin de semana con 100 tarifas SIM que recargan en más de 1.000 ocasiones
La Corte Suprema confirmó la condena tiene 10 meses de crecer contra un estafador, O., que realizó 345,675 llamadas a números de tarificación adicional entre la noche del viernes 7 de septiembre de 2012 y la mañana del lunes 10 con el objetivo de cobrar los 195,000 minutos que consumi. De esas 345.675 llamadas, 341.145 se realizaron con destino a tres nmeros (un 807 y dos 905) titularidad de oiga, la empresa del acusado. Antes se haba reunido con un director de digiprincipal afectado, y descubre que la compaa era vulnerable a un ataque de este tipo.
Para todo ello emple unas 100 tarjetas SIM que adquirieron anteriormente 27 personas en Rumana y fueron recargadas en 1.268 ocasiones durante el proceso. A pesar del gasto que supona, esperaba recuperar la inversión con los 305.566,62 euros que recuperan un Digia quien llego la factura en cascada tras una reclamacion a Ono, que continua hacia Telefnica, de ah a Jazztel y, finalmente hasta digi.
La cantidad podra haber sido superior, pero la empresa percat de este trfico anormal y solicitar a la CNMC que interrumpiera el trfico y retuviera el cobro asociado. La entrada de las organizaciones también supuso la intervención de la Fiscalía, que se person en el caso (también lo hicieron Telefónica y la propia Dyo G). Una factura creada por una tercera entidad supuso otra condena, a ocho meses de prisión, por delito de falsedad en documento mercantil.
Una de las claves para escuchar el caso es que, si bien el pago llega a través de la factura telefónica, en realidad quien se lucra con los números de tarificación especial o adicional -905, 803, 806, 807 o los 118, recientemente sellados por el Gobierno por ser utilizado para comer fraudes- its las empresas que hay detrs.
El prefijo indica el tipo de actividad a la que se dedican estas empresas (los 803, por ejemplo, son servicios para adultos y los 806, entretenimiento), si bien en el caso de la estafa era lo de menos, ya que ni dieron servicios profesionales (los 807) ni servan para realizar votaciones o cobros (905, igual que los utilizados hace unos meses para elegir al ganador del Benidorm Fest): su fin era puramente recaudatorio. De hecho, la sentencia también da por hecho que se utiliz un aparato -una caja de simulación, en concreto- para automatizar las llamadas y realizar las de forma simultnea. Una nica persona habra necesitado 135 das (cuatro meses y medio) para sumar los 195.000 minutos continuados.
Aunque el caso tuvo lugar en septiembre de 2012, es ahora cuando hay una sentencia firme del Tribunal Supremoa la que ha tenido acceso EL MUNDO, contra el acusado, que recurri la condena por delito de falsedad de documento mercantil et intento de estafa de la Audiencia Provincial.
La primera frase da por probado que cumplió el acusado en septiembre de 2012 con al menos un miembro del consejo de administración de Digi y se interes por su operativa. Cuando el acusado pregunte si tena instalado un sistema de deteccin y alarmas de fraudes, el directivo le dijo que slo tenan uno internal, pero no uno external, «averiguando en ese momento el acusado que la operadora ‘Digimobil’ will be vulnerable», recoge el documento. Se destaca también que O. conoca el sector y dedicaba, precisamente, a la seguridad informatica y la deteccin de fraudes.
El recurso de casación contra su primera condena, en realidad, se centraba más en motivos de forma -vulneración de precepto constitucional, infracción de ley y quebrantamiento de forma que en el fondo del asunto. De hecho, la sentencia desmonta los argumentos uno a uno.
As, en este caso de vulneracin del derecho a la presuncin de inocencia, argumenta que la prueba circunstancial es suficiente para concluir que ser el estafador quien se beneficiar de las lamadas, a pesar de que pueda establecer una conexin entre O. y las 27 personas que adquirieron las tarjetas prepago. La oración, apuntan, parte de un dato «esencial»: se realizó un tráfico de llamadas fraudulentas»que gener un credito inexistente y artificial del que el nico beneficiario era el acusado«. El Supremo también crea que hay indicios para concluir que el acusado instruyó el fraude, tanto porque conoca cmo funciona el mercado como porque todo ocurre tras su conversación con el directivo de Digi que revela que no haba un sistema de teccin de fraudes. Se esgrima como «la utilización de una factura falsa» para reclamar la deuda.
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