Conocerse a sí mismo es uno de los primeros pasos para poder disfrutar de una vida sexual plena. Escuchar los límites y los apetitos, así como las dificultades y los deseos, es muy importante a la hora del coito.
Es por ello que si en algún momento se siente dolor o disgusto frente a alguna situación, esencial para poder tratar alguna infección, patología o afección a tiempo. Por supuesto, entre las zonas más comunes como el vaginismo, donde la vagina se contrae con espasmos musculares y provoca dolor en distintas ocasiones.
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Según lo comentado en la revista médica ‘Cuídate Plus’, Carolina Muñoz, especialista en Terapia de Pareja del Instituto Sexología, Medicina y Psicología Espill, en España, “el vaginismo es una contracción involuntaria del músculo de la vagina que produce dolor en la penetración , o imposibilidad incluida”.
Ahora, según un artículo publicado por la cadena británica ‘BBC’, las estadísticas sobre qué mujeres padecen vaginismo no son del todo confiables, una estimación del Centro de Sexualidad Femenina de la ciudad de Nueva York calculado que podrían pagar afectados dos de cada mil mujeres.
Aun así, esto puede afectar a cualquier persona con vagina y reconocer los síntomas y causas es crucial para poder tratarlo de manera adecuada.
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¿Cuáles son sus causas?
Aunque no se conoce muy bien las causas del vaginismo, se cree que puede darse cuenta por factores psicológicos.
Según un artículo publicado por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, entre las posibles causas se encuentran el miedo a las relaciones sexuales, haber sido víctima de algún tipo de abuso sexual o haber tenido malas experiencias previas, una actitud de inseguridad o temor al rechazo.
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Así mismo, existen algunas causas físicas que tienden a ser menos habitables, pero que de igual manera pueden ocasionar problemas al momento de las relaciones sexuales.
En primer lugar, las lesiones tras un parto pueden dejar cicatrices que provocan dolor. Así mismo, haber pasado por un parto que haya sufrido complicaciones o haber vivido experiencias traumáticas como por ejemplo un aborto puede generar vaginismo.
Por otro lado, preocupaciones médicas como la endometriosis y las infecciones de transmisión sexual pueden causar problemas como el vaginismo por la misma inseguridad y miedo que se deriva de las lesiones provenientes de esta patología.
Sintomas para tener en cuenta
Los síntomas en cada persona son totalmente distintos y se pueden presentar en momentos diferentes a lo largo de su vida. Según la clínica de Cleveland, los síntomas más comunes son:
– Tener relaciones sexuales dolorosas. Sensaciones de ardor o irritación cuando en la penetración.
– El dolor continúa tras el encuentro sexual.
– Se siente dolor cuando se intenta poner un tampón o al retirarlo.
Si siente que ha sentido el dolor, debe visitar a un médico por primera vez.
¿Cómo se puede tratar el vaginismo?
Al ser un reflejo, las soluciones que proponen diferentes expertos radican en terapias psicológicas y físicas que reducen los espasmos vaginales.
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Para ello, su médico podría recomendarle alguna de las siguientes opciones:
–Terapia con dilatadores vaginales: los dilatadores vaginales son dispositivos en forma de tubo que vienen en varios tamaños. La propuesta principal es estirar la vagina. Las personas con vaginismo usan dilatadores para sentir más cómodas y menos sensibles a la penetración vaginal.
-Terapia psicológica: si se tiene una relación con problemas de ansiedad allí, se debe visitar a un psicólogo para que el paciente se haya sentido mejor con la situación. Recuerde que la salud mental es muy importante y tratar traumas o blocos que impidan tener una relación sexual placentera puede ayudar a sens se mjor duree el coito.
-Fisioterapia: debido a que el vaginismo puede traer como causa alguna lesión física, se recomienda el fortalecimiento pélvico en varias ocasiones.
Los ejercicios de Kegel
Durante el tratamiento también se puede plantar ejercicios físicos en casa que le ayuden a comprender más su cuerpo y familiarizarse con sus genitales. Estos suelen ser conocidos especialmente como los ejercicios de Kegel, qui consen en contraer de forma voluntaria los músculos vaginales de forma rítmica y pueden ayudar a dominar esta musculatura.
A su vez, según la página oficial de Mayo Clinic, las contracciones propuestas en los ejercicios fortalecen los músculos del piso pélvico, que sostienen el útero, la vejiga y el recto.
Atrofia vaginal y vestibulitis vulvar
Muchas veces esta afección puede confundirse con la atrofia vaginal o la vestibulitis vulvar, las cuales tienen sintomatologías similares.
por un lado, La atrofia vaginal se produce debido a la pérdida de estrógenos. después de la menopausia, cuando el revestimiento de la vagina se ve más flojo y seco.
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En cambio, el vestibulite vulvar provoca relaciones sexuales dolorosas (dispareunia). Las personas pueden tener dolor desde la penetración inicial durante toda la experiencia.
Sin embargo, recuerde que el diagnóstico siempre debe darlo a un médico y nunca debe automedicarse.
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