Espaa se suma a las restricciones para los ciudadanos chinos mientras aspira a volver a ser uno de sus destinos favoritos. En 2019 tope 700.000
Uno de los fugitivos ms buscados en la primera semana del ao en Corea del Sur fue un chino que escap del aeropuerto de Incheon despu de dar positivo en Covid. Aprovechando la distracción de los guardias mientras gestionaban su traslado al centro de cuarentena, el hombre, de unos 40 años, sali corriendo y se sub rpido a taxi. Eso ocurre el martes. Muy pronto, la policía lo recibió en un hotel de sal. No era un tipo muy discreto. En el momento de la detención, llevaba puesto un abrigo blanco con unas letras rojas en grande en la espada en las que se podía leer»Fabricado en China». Debajo, en caracteres chinos, haba otra palabra escrita: «Invencible».
El viajero errante ahora está cumpliendo la cuarentena de siete das que demande la nueva política fronteriza surcoreana para todo aquel que llegue procedente de China. Cuando termine el aislamiento, la esperanza de un juicio por violar una ley de control de enfermedades sujeta a una pena de hasta un ao de prisin. Al hombre le hubiera salido más a cuento pegar el salto a uno de los muchos pases, sobre todos asiticos, que no han impuesto restricciones a los viajeros que salen de China.
En esa lista de naciones qu’abren los brazos sin condiciones a la vuelta del turismo chino no est Estados Unidos, Japón o Australia. Los últimos en unirse a las restricciones, después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijera esta semana que no hay quien se crea los datos oficiales que publica Pekn sobre el alcance de su ola de contagios, fueron Grecia, Alemania y Suecia.
La mayora de estos pases no han cado todava en el extremo de las cuarentenas surcoreanas por el miedo a la aparicin de nuevas variantes tras la explosin de infecciones en el gigante astico. Solo pide una prueba PCR a los viajeros que abordan vuelos desde una segunda potencia mundial que, de este domingo, reabrir sus fronteras después de tres años blindados bajo el Covid cero. Una política de control, confinamientos masivos y largas cuarentenas, que ahora, s que s, llega a su fin.
China abre sus puertas de entrada -tambien requiriendo una prueba negativa realizado nom ms de 48 horas antes del vuelo y amenazando a los pases que les imponen restricciones con contratacar con «medidas recprocas» – a todos aquellos que tengan una visa de negocios, estudios o que sean familiares de expatriados residentes. Los turistas extranjeros, por ahora, tienden a seguir esperando. A cambio, los inversores se muestran optimistas con esta reapertura porque puede ser una caída de revitalización para una economía que está padeciendo su crecimiento más bajo en casi medio siglo.
Las puertas de salida tambin quedan despejadas de viejos obstculos como la prohibición de emitir nuevos pasaportes a los nacionales o no ya sucio con visas de turista. Ahora, con la esperanza de que las vistas internacionales fluyan con regularidad y los disparatados precios de los billetes se disipen, hay millones de chinos que están planeando sus primeros viajes internacionales después de tres años sin ensuciarse de su pas.
«Pars, Berlin, Barcelona y Sevilla. Esa ser mi ruta europea. Quiero estar un mes viajando con mi familia. Aprovecharemos las vacaciones por el Da del Trabajo (en mayo) y me cogeré libre dos semanas más», explicó Mei, ejecutiva de una empresa de desarrollo de videojuegos en Shanghái.
España Es uno de los receptores de turismo chino que necesita recuperar la etiqueta como uno de los destinos europeos más solicitados, para pesar de estar también en la lista de pases que han impuesto restricciones tiene la vista de China. Los ltimos datos que maneja Turespaa, de 2021, precision que ese ao, en medio de la ejecucin extrema del Covid cero por parte de Pekn, hubo tan solo 29.131 turistas chinos que viajaron tiene nuestro no.
Una cifra insignificante si se compara con la de antes de la pandemia (2019), cuando España recibió alrededor de 700.000 turistas chinoscon un gasto medio por viajero de 2.406 euros y una estancia media de 7,8 días. Nunca se han tenido esos registros (en 2018 fueron 650.000 visitantes) y desde el Ministerio de Turismo español confan poder atraer este 2023, que además coincide con el 50 aniversario de las relaciones diplomáticas entre China y España, a muchos turistas de un pas que, señaló la Organización Mundial del Turismo, antes de la pandemia representaba el 20% de todo el gasto en turismo internacional.
En China, los datos de las populares plataformas de viajes Ctrip muestran que las búsquedas de destinos internacionales se han disparado desde que se anuncian a finales de diciembre que este 8 de enero se dejarán de pedir cuarentena de vuelta. Sobre todo, para viajes a los vecinos del Sudeste Asiático, quienes han evitado imponer cualquier restricción a los viajeros chinos.
Ser el 2023 el año de la vuelta definitiva del ciudadano chino al circuito de turismo internacional? «Se necesita tiempo para que los chinos ganen confianza para viajar después de que muchos de ellos perdieran sus trabajos o ganaran menos dinero colgante la pandemia”, asegura Liu Simin, analista del departamento de turismo en la Sociedad China de Estudios Futuros, un grupo de pensamiento con sede en Pekín.
Para Liu, el turismo chino por el mundo no se recuperará completamente hasta 2024. Pero ahora la prueba de movimiento masivo más cercana la tiene China denttro de sus fronteras con las vacaciones de su Ao Nuevo (del 21 al 27 de enero). El Ministerio de Transporte ha dicho que se esperan ms de 2.100 millones de viajes de pasajeros, el doble que el año pasado. La cifra es impactante, pero que no deja de ser menos del 70% del trasiego que hubo en el mismo periodo previo a la pandemia.
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