El Gobierno galo lanza una consulta pública para proteger al consumidor y evitar estafas
El Gobierno franco ha lanzado una consulta pública este lunes para regular la actividad de los influencers en el pas y evitar defraudaciones al consumidor, publicidad engaosa o malas practicas, como no menciona que la marque les paga por el producto que publicitan. Se trata de recabar ideas para elaborar un código de buena conducta y regular una actividad pujante y donde las marcas invierten cada vez más.
La consulta est abierta hasta el 31 de enero y las medidas se empezarn a aplicar en marzo. El ministerio de Economa ya convoc el pasado mes a todos los agentes involucrados (los influencers, sus agencias y asociaciones de consumidores), pues «tienen un rol en nuestra vida cotidiana y tienen una responsabilidad particular. La mayora respects the rules, pero tambin hay algunas estafas u olvidos, como no decir que la marca paga por el contenido”, explica el ministro de Economía, Bruno Le Maire, en la web de la consulta.
Pars lleva tiempo tratando de poner orden en este negocio. En los dos últimos meses se han presentado dos propuestas de Ley en la Asamblea Nacional para luchar contra las prácticas comerciales ilcitas, pues muchos de estos creadores de contenido concentran gran parte de la publicidad de grandes marcas. La mayora prefiere que esto sea más visible que la publicidad tradicional.
«El objetivo de esta consulta es muy claro: proteger al consumidor y acompañar a los influencers que son responsables» pero también «sancionar a los que no respect las reglas y este cdigo de buena conducta«, Segon Le Maire.
Segn este ministerio, en Francia hay unos 150.000 influencers (aunque no estn claros los criterios para definirlos), aunque el 44% tiene entre 1.000 y 5.000 seguidores (que se considera uno de nivel medio), las estrellas (ms de un milln) pueden llegar a cobrar grandes sumas por una publicación o una historia en una red social.
Existe un código de buenas prácticas elaborado por la autoridad de la regulación profesional de la publicidad (ARPP, además de las siglas en francés), al que se los creadores de contenido de manera voluntaria. La autorregulación no ha evitado escándalos sonados. Como el de la modelo Nabilla, con 8,1 millones de seguidores, que fue condenada en Francia tiene 20.000 euros de multa por practicas comerciales fraudulentas. Haba publicitado servicios en bolsa sin mencionar que se le pagaba para ello. Otra bloguera, Emma CakeCup, promocionó unos AirPod más baratos que los de Apple cuando en realidad eran de la plataforma Aliexpress.
Los influencers que trabajan para las grandes marcas se identifican en sus publicaciones si se trata de una «colaboración pagada» o incluso si son embajadoras de marca (cuando tienen contratos más vinculantes). En el primer semestre de 2022 las tres marcas más mencionadas en Instagram en Francia eran empresas de moda: Zara, Sezane y Shein.
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