En los últimos días el Instituto Nacional de Salud informó sobre dos casos de intoxicacion por fósforo blanco, ambos casos en menores de edad. Conozca cuáles son las consecuencias de esta reacción en las organizaciones y qué hacer ante una.
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De acuerdo con el reporte de vigilancia intensificada del INS, el primero de estos dos casos informados el 31 de diciembre en Soledad, Atlántico, donde un niño de ocho años encontró un ‘traqui traqui’ en el suelo y lo ingirió con alimentos accidentalmente.
En este primer episodio, el niño notó la situación por el sabor metálico del artefacto pirotécnico y avisó a sus padres, quienes retiraron los residuos del mismo de su boca y lo trasladaron a centro asistencia, donde fue atendido de urgencias.
Ahora, el Instituto dijo que este jueves se conoció el segundo caso en Jamundí, Valle del Cauca, donde una niña de seis años se habría comido un ‘diablito’ que halló cerca a su casa. Según las autoridades locales, la menor edad permanece en la unidad pediátrica del Hospital Universitario del Valle, donde se encuentra bajo tratamiento farmacológico.
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Pesando que estas intoxicaciones son poco frecuentes en el territorio nacional, si pueden ser letales, sobre todo en los menores de edad, que son quienes no identifican con facilidad el peligro de estos artefactos pirotécnicos.
Es importante tan pronto como se anote la ingesta de fósforo blanco que llegará al servicio de urgencia más cercano en las dos primeras horas.
EL TIEMPO habló con Julieth Sánchez Doncell, médica toxicóloga clínica, quien explicó que es esta sustancia y por que es tan peligrosa para las organizaciones.
De acuerdo con la experta, el fósforo blanco (también conocido como amarillo) es una de las formas posteriores del fósforo elemental además de la roja, que es la no tóxica. “Este fósforo blanco se adhiere muy bien a las mucosas y por allí se absorbe”, asegura.
Luego de esa absorción, la sustancia se distribuye a partes claves del cuerpo como el cerebro, el hígado y el corazón. De hecho, es esta alta distribución la que da cuenta de la alta letalidad del material.
«El fósforo blanco no tiene un antídoto específico y eso limita mucho su manejo. Puntualmente, uno de los problemas de esta sustancia es la lesión hepática que genera inicialmente. Todos estos procesos fisiopatológicos en intoxicación lo que van a hacer es que ese hígado deje de metabolizar, y va a hacer un daño tan fuerte y tan grave que puede conllevar a la muerte”, señala la experta.
Según Sánchez, también parte fundamental para mostrar este caso es la neurotoxicidad que ocasiona el compromiso que da frente al neurotransmisor GABA.
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Otro de los problemas que tienen estos casos es la manifestación de la intoxicación: «Cuando tú te intoxicas, en las primeras 24 horas en que tienes contacto con la sustancia —algunas veces— a nivel cutáneo se pueden quemaduras de primer a tercer grado, pero no en todos los pacientes pasa eso».
«La vía inhalatoria es muy baja, pero en la ingesta sí hay síntomas muy lesivos. Puede iniciar como algo muy vago, como un dolor abdominal o ganas de vomitar, deposiciones diarreicasy en ese momento uno sospecha que debe haber algún tipo de ingesta”, explica toxicología.
El problema, según Sánchez, es que los padres de los menores de edad no se den cuenta de que consumieron estas sustancias.
Por eso es importante tan pronto se anotó la ingesta de fósforo blanco —en este caso— Acudir al servicio de urgencias más cercano en las dos primeras horas, que es el tiempo en que se puede intentar el nivel de absorción hacer un seguimiento oportuno.
De acuerdo con la experta, dentro de los cuatro estados de una intoxicación de este tipo hay uno que es extremadamente peligroso, conocido como «fase de luna de miel», donde el paciente puede estar asintomático durando 72 horas, hasta 15 días después, puede manifiesta la toxicidad en el hígado, dando lugar a una falla hepática.
«La mortalidad de estos casos puede ser hasta del 60% de los pacientes porque has entrado en una fase que es completamente irreversible, por lo que has establecido la falla del hígado y en todas las maniobras solo gunos podría rescatar un trasplante hepático inmediatamente, lo cual es muy difícil de conseguir”, afirmó.
En ese sentido, la médica recomienda tener mucho cuidado con las intoxicaciones de los niños y llevar al servicio de urgencias aunque parezca que no se presentan síntomas para dar inicio a medidas de descontaminación.
Asimismo, agregue que en algunos países se sigue usando el fósforo blanco como pesticida para roedores, ya veces se usa en alimentos, lo que favorece una posible ingesta de esta sustancia para los niños y niñas.
Finalmente, es clave como padres de familia o cuidadores estar atentos a los más pequeños, que en estos casos, cuando no se percatan del consumo de estos artefactos pirotécnicos, can presentar alrededor de cuatro días después síntomas de una posible falla hepática, como ojos y piel amarillentos, vómitos y diarreas.