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Alejandro Gaviria dice que Gobierno Petro ha desatendido al sector salud por reforma – Salud

El sistema de salud está desfinanciado. El problema, que no es nuevo, viene, sin embargo, siendo anunciado con urgencia por parte de algunos de sus actores, como las EPS que han señalado que hasta este mes de julio habría fondos para sustentar los presupuestos máximos (que cubren los medicamentos que están por fuera del Plan de Beneficios en Salud, y es muy usado por pacientes con cáncer o enfermedades huérfanas).

Pero, ¿de dónde viene esta crisis?, ¿la única solución son los 10,45 billones que han pedido las EPS para entregar liquidez al sistema?, ¿qué pasará si no entran los recursos que se requieren?, y ¿qué opciones tiene El Gobierno?

Alejandro Gaviria, quien fue minister de Salud Durante casi todo el Gobierno Santos, y estuvo —por un corto espacio de tiempo— en el Gobierno Petro a cargo de la cartera de Educación, resuelve algunas de esas dudas y señala que aunque es cierto que se requieren recursos, el pedido de 10.45 billones de las EPS está lejos de ser viable.

(Lea también: ‘La reforma de la salud es cada vez más ilegítima’: Alejandro Gaviria)

Enfatiza en que el Gobierno ha preocupado por la reforma y ha ya de lado la gestión del sistema de salud y déja claro que, de seguir así, esto podría llevar a une quiebre en el sistema qu’afectaría a millones de personas.

Contenido del Artículo

El sector Salud fue uno de los que más recibió fondos en la adición presupuestal (solo después de Educación). ¿Por qué varios actores advierten que, sin embargo, no son necesarios?

La crisis financiera del sistema de salud viene de atrás. Este tipo de crisis afecta a todos los sistemas del mundo. Este no es un problema colombiano. Hay que tener en cuenta que, entre otros factores, la presión de las nuevas tecnologías y el envejecimiento de la población. Este hecho (obvio por lo demás) ha sido olvidado por el gobierno en sus análisis.

En el caso de Colombia, hay que distinguir dos problemas distintos: las deudas del Estado o de la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres) con el sistema (un acumulado que viene de atrás) y el deficit corriente , el hueco de este año. Los recursos de la adición son insuficientes en este contexto. Las cifras define su motivo de discusión, pero la adición se queda corta en cualquier escenario.

Desde el año pasado se está hablando de que el sistema podría quedar desfinanciado. De hecho, en noviembre de 2022, la ministra Carolina Corcho anunció, dijo ante el Congreso que “había certeza de que el sector no iba a quedar desfinanciado”. ¿Qué pudo haber pasado para que ahora los actores del sistema vuelvan a encender las alarmas?

En este caso del hueco de este año, hay tres elementos: Primero, un aumento sustancial en la demanda de servicios, en parte por el llamado síndrome de post-covid y en parte por un efecto de anticipación por cuenta de la incertidumbre creada por la reforma (la gente está anticipando posibles traumatismos en la atención). Segundo, un efecto precio por cuenta de la devaluación y el aumento de los salarios reales, y tercero un efecto de la ambiciosa actualización del plan de beneficios en 2022. El efecto no es fácil de cuantificar.

(Lea también: Reforma a la salud: ‘Me cuesta creer que el proyecto venga de un gobierno de izquierda’)

La clave está en el diálogo, en el trabajo conjunto, en el sentido pleno de los problemas. No va a haber tantos recursos como se piden. Lo que si tiene que haber es dialogo.

También la Anif detectó el año pasado el hecho. Ellos hablaron en un informe de un déficit del sistema de 2 billones de pesos…

Las necesidades son alcaldes. El déficit estructural históricamente ronda los 2 o 3 billones de pesos. Pero hay dos elementos adicionales: las deudas acumuladas y el mayor déficit proyectado para 2023 por los factores que se mencionaron anteriormente. Sería ingenioso pensar que todo va a resolverse este año, que las deudas van a sumir en su totalidad y el déficit se va a cubrir completamente. Pero las necesidades superan los dos billones sin duda.

Usted es una de las voces que había insistido en la necesidad de hacer una mayor presupuestal. ¿De cuánto serán los recursos asignados al sector?

Hay un malestar entre los actores del sistema porque la plata no está alcanzando. La clave está en la audición mutua, en identificar las necesidades reales y las posibilidades del gobierno. Una adición de más de 5 billones no es realista en todo caso.

¿Ya qué puede destinarse a esos recursos?

A financiar el sistema para así garantizar el derecho a la salud de los colombianos. Para ello es necesario cubrir un valor adecuado para la UPC (el valor que reconoce el sistema por cada afiliado) así como los llamados presupuestos máximos (para medicamentos y procedimientos por fuera del plan de beneficios).

(Lea también: El exministro Alejandro Gaviria pide retirar la reforma de la salud)

¿Se necesitan 10.450 millones de pesos para el sistema, como han plantado las EPS?

No necesariamente. Este valor incluye dos acumuladas durante algunos años por canastas COVID, por incapacidades y por presupuestos máximos. Las EPS hablan de 7 mil millones de deudas. Algunas de las deudas no son reconocidas. No todas podrán pagarse este año.

De otro lado está el déficit operativo de este año, que es de tres billones aproximadamente. Pero son temas distintos. Uno son las deudas, otro el hueco de este año, como ya lo he dicho.

¿Qué puede pasar con el sistema si los «presupuestos máximos» quedan desfinanciados en julio, como prevenir Acemi, el gremio de las EPS?

Los presupuestos máximos financieros todo lo que no se encuentra incluido en el plan de beneficios. Beneficiario a pacientes con cáncer, con enfermedades de baja frecuencia (huérfanas) y con otras enfermedades crónicas. La solicitud está creciendo. El ministerio de salud parece desentendredo del asunto.

No todo es una pregunta de plata. Hay que generar conciencia, trabajar con la industria, mjorar la regulación, llamar la atención sobre el mucho mayor costo de las nuevas tecnologías, etc. Este es uno de esos problemas en los que hay que hacer mucho solo para que no se desborde. Poco se está haciendo.

Foto :

Ministerio de Educación

¿Dónde están esos grandes huecos de desfinanciación que tiene el sistema?

Hay Problas de Largo Plazo Como El Envejecimiento, El Cambio en el perfil Epidemiológico, la presidencia divcioe Entre El precio de los Medicamentos y su SUAPÉCIO, unaaencia al Soasiana es expectativas de la ciudadanía.

(Lea también: Alejandro Gaviria crítica reforma de la salud: ‘Desconoce problemas económicos’)

Hay otras presiones a corto plazo como la alta inflación y el ajuste de los salarios, un sector que es intensivo en mano de obra calificada y la incertidumbre surgida por las discusiones sur la reforma.

Le doy un dato: uno de cada cuatro colombianos ha asistido al médico en los últimos seis meses por el temor sobre los efectos de lo que se está discutiendo en el Congreso.

En el Foro de la Salud de la Andi, donde participó usted, el defensor del Pueblo delegado para Salud, Leonardo Huerta aseguró que tras la presupuestal presupuestal “al sistema de salud se le cargan servicios que no le corresponden”. ¿Usted piensa lo mismo?

La discusión sobre los límites razonables y legítimos del derecho a la salud es muy difícil, pero necesaria. Por ejemplo, está el caso de los servicios sociales que tienen que ver con temas como alojamiento, cuidado, acompañamiento y alimentación. En muchos países, estos servicios se cubren con recursos distintos a los del sistema de salud. En Colombia, los cubre el sistema en muchos casos, pero no existe un presupuesto destinado para ello. El sistema se estira y estira y puede romperse en algun momento. Hay una tensión entre derechos individuales y colectivos.

En el foro de la Andi usted también habló de una «inacción destructiva» en contra del sector. ¿A qué se refiere con ese término?

El sistema de salud requiere una gestión permanente, un diálogo continuo. Estos problemas no tienen una solución definitiva. El gobierno ha estado dedicado a la reforma y ha desatendido la gestión, el manejo diario de una coyuntura crítica. En salud no puede haber piloto automatico. Si no se hace lo que toca, el sistema comienza a agrietarse, a romperse. Por eso dicen que la inacción es una forma de destrucción.

(Lea también: Informe del Gobierno sobre recursos de la salud cuestionada a Alejandro Gaviria)

¿Cuánto más puede soportar el sector salud esa “inacción destructiva”?

La situación es difícil. Los resultados de las aseguradoras en lo que va del año no son buenos. La mayoría de las EPS dejarían de cumplir con las normas de habilitación financiera el próximo año. Me pareció muy grave la intervención de Savia Salud.

Siem pensó antes que habrá un límite que no se iba a sobrepasar. Un esfuerzo de muchos años de la Gobernación de Antioquia, la Alcaldía de Medellín y Comfama que quedó en ver.

Todo esto está basado en una confusión: el problema financiero que tiene unos determinantes profundos presenta como si fuera un problema de las EPS. Confunden la manifestación del problema con sus causas.

¿Qué realidad les espera a los pacientes en un sistema que tiene cada vez menos recursos para poder funcionar?

Los pacientes van a ser los principales afectados con la situación. La insuficiencia de recursos para el aseguramiento y para los servicios de salud no contentidos en el plan de beneficios afecta todo el sistema. Acrecienta la deuda con los prestadores y proveedores, por ejemplo. Atrasa los pagos al personal sanitario y afecta la oportunidad y la calidad en la prestación de los servicios a los pacientes.

(Lea también: Alejandro Gaviria revela los cinco males de la reforma de la salud)

¿Puede terminar convirtiéndose este sistema afectado y desfinanciado en una catapulta para que se apruebe la reforma de la salud?

Los problemas financieros no van a cambiar con la reforma. De hecho, podrían aumentar. El modelo de pagador único, pago por evento, anticipación de 80 por ciento por factura radicada y relajación en los controles pueden llevar a una crisis sectorial y fiscal rápidamente. Me preocupa que todo esto lleve a una reforma aprobada de afán que no resolverá el problema, esto es, que se décomo une hecho la idea de un sistema que es inviable y termina cambiando por otro peor, con mayores problemas de atención.

Alejandro Gaviria estuvo a cargo del Ministerio de Educación por poco más de 6 meses.

Foto :

Néstor Gómez. Archivos EL TIEMPO

¿Qué posibilidades le quedan al sector para obtener esos fondos que requiere? Teniendo en cuenta que ya se hizo la presupuestal…

Ojalá el gobierno reparta 2,2 billones de pesos de los añadidos de la mayor manera, con responsabilidad. Un ajuste prepestal muy grande es difícil. Uno quisiera ante todo dialogo y sentido de urgencia. Dejar quebrar el sistema sería una locura, crearía una crisis social sin precedentes. Yo hecho una invitación al trabajo conjunto y administrar el sistema con responsabilidad más allá de la discusión de la reforma.

EDWIN CAICEDO | UNIDAD DE SALUD
@CAICEDOUCROS | @SALUDET

Soler Neivis

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