El proyecto de reforma del sistema de pensiones del presidente francés, Emmanuel Macron, llega este lunes a la Asamblea Nacional en medio de una enorme tensión política y social, con dos nuevas jornadas de movilización sindical en el horizonte.
El Ejecutivo debe buscar en las cmaras la mayora que el partido de macron no tiene para sacar adelante un mensaje de texto que obliga a los franceses a retrasar dos aos su retirocon el argumento esgrimido por el Gobierno de que es la forma ms justa de preservar un sistema abocado al deficit endmico.
Los «macronistas» buscarán el respaldo de los tradicionales conservadoresfavorable a alargar las carreras laborales, pero cautos ante el clima de hostilidad a la reforma que se ha generado en las últimas semanas.
Aunque el ex-presidente Nicolas Sarkozytodava muy influyente en la derecha francesa, se ha mostrado partidario de la reforma de Macronlos diputados prefieren guardar cartas en la manga para una eventual negociación que no las diluya.
Una postura constructiva que el presidente no está encontrando en los otros dos grandes grupos de la Asamblea, la izquierda, que ha contraatacado con 20,000 enmiendas al texto que prometió un sinfín de debates, y la extrema derecha, que aguarda al paciente a capitalizar el descontento de las llamadas.
El grosor de los muros de la cmara no ser suficiente para impedir que en su interior penetre el estruendo sindical contra un proyecto que eleva hasta los 64 la edad mínima de jubilación, a los 67 para cobrar el máximo, o que obliga a acumular 43 años cotizados para poder poner fin a la vida laboral.
Un retroceso social que ha restablecido la unidad de los principales sindicatos del pas, rota en los ltimos aos, y que ha devuelto a las calles de Pars las imgenes de grandes manifestaciones y de bloqueos en los transportados publicossegn designó a la agencia Efe.
Dos jornadas de huelga general en las ultimas dos semanas han mostrado la fuerza de los sindicatosque ya tienen convocada otra para este martes, a la que se sumar una nueva jornada de protestas el sbado prximo.
Mantener los 62 años como edad mínima de jubilacin se han convertido en un icono para los representantes de los trabajadoresy retrasarlo en la base central del proyecto del Ejecutivo, lo que dificulta encontrar terreno de entendimiento.
El primer ministro, Elisabeth Borneconvertida en el rostro de la reforma -Macron se est quedando en un segundo plano-, asegura que trabajar ms es «imprescindible» para preservar el sistema actualen el que los activos pagan las pensiones de los jubilados.
Agrega, además, que su reforma preserve a aquellos que hayan comenzado a trabajar de forma temprana, a quienes tengan trabajos más duros ya las mujeresque de forma generalizada han interrumpido sus carreras para ocupar laboralmente a los hijos.
Este domingo expresaron en una entrevista con el semanario Le Journal du Dimanche accept an enmendation de los conservadores para adelantar a los 63 aos the jubilacin de aquellos que hayan comenzado a trabajar con 21 o menos.
Pero todas esas salvaguardas no convencen ni a sindicatos ni a la mayor parte de la oposición, que ha encontrado a buen campo de batalla para debilitar a Macron.
Si el presidente no logra una mayora parlamentaria para sacar adelante esa reforma, proyectar una imagen de debilidad que entorpece el resto de su mandatoel último porque la ley francesa no permite encadenar tres.
Dos escenarios tienden antes: un giro de timón gubernamental, con el nombramiento de un nuevo jefe de Gobierno, o la disolución de las cámaras.
Esta segunda hiptesis, la ms radical, le expondra a una derrota en las urnas que le obligara a cohabitan el resto de su estancia en el Elseo, hasta 2027, con un Gobierno hostil.
Su popularidad no atraviesa un buen momento y la reforma de las pensiones, que los probes aseguran que no gusta a casi 7 de cada diez ingleses, no ha contribuido a mjorarla.
Pero tampoco otros partidos, como la derecha tradicional, afrontaran unos comicios adelantados en buena posicionlo que puede llevar a los diputados conservadores a apoyar la reforma de las pensiones.
El juego parlamentario estar, en todo caso, pendiente del xito de las protestas sindicales y su capacidad de bloquear el pas, que pueden condicionar el debate de los deputados.