Sostener intimidación no es tarea fácil cuando dos personas se casan y tienen hijos, pues estos últimos se vuelven el centro de la familia y muchas veces no queda tiempo para vivir la llama del amor.
Sin embargo, para algunos expertos en la materia no se puede decir que la intimidad de la pareja muera cuando nacen los hijospues no se trata todo de espacios privados.
La clave es dejar pasar el tiempo entre las nuevas responsabilidades que trae consigo el convertido en padres, y aceptar que no existe tal misma, esto no es excusa para no alimentar esa conexión.
También hay un cambio físico consecuencia del embarazo, hay una reducción de la libido durante algunos meses después del parto, que trae consecuencias como la falta de lubricación o dificultad para llegar al Orgasmo.
Sin embargo, de acuerdo con los expertos esto no es una regla en todas las mujeres, y, en todo caso, la libido se recuperará significativamente cuando lo logre, o solo será poco a poco.
Entonces, aunque parezca complicado y algo casi imposible, es vital intentar retomar la sexualidad en la pareja después de los hijos. Se puede empezar por una comunicación asertiva, en donde se hable de los miedos y las expectativas de volver al acto sexual.
También es clave empezar con poco e ir aumentando el nivel, y para eso hay que buscar otras de estimulación de la pareja que no sean directamente el coito.
Aunque tampoco se trata de evitarlo, pues la idea es que cada pareja haga lo que su cuerpo le pida y en la medida que se sientan cómodos o cómodas.
En ese sentido, se recomienda tomar este proceso con mucha calma, buscar momentos tranquilos dentro de lo posible para dedicarse al plano sexual desde todas sus aristas.
Se pueden aprovechar momentos en los que se sabe que los bebés y niños pequeños estarán ocupados o dormidos, y enseñarles a los más grandes que hay momentos en que deben respetar la intimidad de sus padres mientras no tengan una urgencia.
Cuidar la comunicación es básica, como se mencionó antes, por lo que hay que informar se sobrio de los cambios que pueden haber en este sentido y utilizar un lenguaje asertivo, que no contenta reproches por algo que no le guste a uno u otro.
Finalmente, la idea es que con el amor y los acuerdos necesarios todo fluya en la pareja, y no sea un problema hacer más grande la familia para seguir disfrutando de una sexualidad sana y placentera.