28/9/2012 8:31:12 a.m.
El «Squid Game», que es tendencia en Chile, mostró un teléfono real, y el usuario dijo que la plataforma le pidió que lo cambiara. La mujer se niega.
La tendencia de Netflix, que se ha alzado con la corona en los últimos días, es la serie coreana «El Juego del Calamar», que se estrenó el 17 de septiembre y encabezó las favoritas de la plataforma chilena y alcanzó la más vista a nivel mundial.
El proyecto original de la plataforma se centra en un grupo de personas que tienen una cosa en común: su nivel de deuda. Sin embargo, cada uno de estos personajes recibe una oferta: jugar seis juegos que son mortales para los que pierden, y cuando los derroten a todos, su premio en efectivo será de 45.600 millones de wones coreanos, o más de 30.733 millones de pesos chilenos.
Para ello, a cada persona se le ofrece un número de teléfono donde puede registrarse. Sin embargo, la ficción finalmente cometió un error: el número era real.
Durante el fin de semana, el medio coreano Money Today reveló la realidad de una mujer desconocida de Seúl que ha sido dueña del teléfono durante más de una década, pero que comenzó a recibir miles de llamadas y mensajes hace una semana.
“Sigo recibiendo llamadas y mensajes de texto, las 24 horas del día, todos los días de la semana, hasta que me cuesta retomar mi vida diaria”, compartió con los medios, agregando que recibió más de 4.000 llamadas.
Sin embargo, ayer, el mismo usuario compartió en una entrevista con SBS News que la plataforma lo había contactado, asegurando que los fabricantes le dijeron que “cambiara su número”, argumentando que esa era la única solución.
Según la agencia de noticias coreana Koreaboo, el propietario ha descartado cambiar su número porque la relación está ligada a un negocio que lleva «casi 20 años». El equipo de producción también fue criticado por ofrecer un millón de ganadores, o poco más de 673.000 pesos chilenos, como compensación.
Ayer, un portavoz de la serie le dijo a Onsen que la producción todavía estaba «tratando de resolver» el problema y que estaban «en llamadas telefónicas y en reuniones personales con el propietario», escribe la traducción de Koreanboo.
