Los ataques de pánico son repentinos episodios de miedo intenso que provocan reacciones físicas graves cuando no existe ningún peligro real o causa aparente que los desencadene. Los ataques de pánico pueden provocar mucho miedo, estrés y ansiedad.
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Los expertos creen que es una condición que afecta menos a un nivel muy alto de personas y puede presentarse mediante varios síntomas físicos como palpitaciones, sudoración, temblor de manos, náuseas, molestia abdominal, mareos, dolor de cabeza, opresión en el pecho y sensación. de ahogo.
Si bien, las manifestaciones suelen ser en su mayoría físicas, los síntomas cognitivos son el punto de partida de estos episodios. Las personas que los padecen se sientan muertas en la muerte donde ese terrible algo fue triunfar, sumado tiene un sentimiento de descontrol. Tenga en cuenta que en los niños estos signos no son tan frecuentes puesto que en la mayoría de los casos no son capaces de comprender lo que los sigue.
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Sin embargo, especialistas en salud mental de Vithas en Canarias, subrayan que el cuidado de la salud mental en la infancia y la adolescencia «es basic» para evitar un deterioro en la calidad de vida adulta.
De acuerdo con Franklin Scheider, codirector de la Clínica de Trastornos de Ansiedad del Instituto Psiquiátrico del Estado de Nueva York, se estimó que entre el 15 y el 30% de las personas sufrieron como consecuencia de un ataque de pánico en su vida, sólo entre el 2 y el 4% desarrollará un trastorno de pánico.
Existen algunas técnicas que pueden ayudar a prevenir este tipo de episodios, aunque lo más recomendable siempre será acudir con un profesional de la salud qu’aida estructurar un plan específico para cada persona.
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técnicas de relajación
Las técnicas de relajación son stratagia that han dado resultados muy positivos a la hora de ducir o evitar la parición de ataques de panico. Cuando llegan los síntomas de estrés o ansiedad, se pueden poner en práctica estrategias como el Mindfulness o atención plena. También se puede respirar con profundidad, relajar los músculos de manera progresiva, o cualquier otra estrategia que permita distraer la mente en momentos críticos.
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Evite consumir sustancias excitantes
El consumo habitual de bebidas con mucho café, tabaco u otras drogas también puede aumentar el riesgo de sufrir ataques de pánico en determinadas personas porque son más propensas a sufrir este tipo de trastornos. Por esta razón, los expertos recomiendan eliminar hábitos diarios el uso de cualquier tipo de sustancia con potencial excitante, así como también el consumo de drogas de toda clase.
Mantener una organización óptima
La organización demuestra un sentido de control. Anotar y tener controlados las tareas pendientes pendientes la semana ayudarán a salvar la tranquilidad de muchas personas. La buena gestión del tiempo se puede entrenar siguiendo horarios claros de actividad. Esto le permitirá evitar imprevistos que puedan surgir por la mala organización y la predisposición a olvidarnos de tareas pendientes, donde se puede producir la aparición de síntomas ansiosos, estresantes o en última instancia, de ataques de pánico.