Así podrá tener una alimentación equilibrada sin afectar su bolsillo – Salud

Al menos el 22,5% de los habitantes en América Latina y el Caribe, es decir, unos 131,3 millones de personas, no cuenta con los medios económicos necesarios para acceder a una dieta saludable. Así lo evidencia el más reciente informe de las Naciones Unidas sobre el Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional 2022.

El informe señala que en Colombia el predominio de la desnutrición se incrementa en 2 puntos porcentuales, lo que quiere decir que 1,1 millones más de personas se encuentran en condiciones de desnutrición.

En el país, acceso a un alimento sin costo de 3,07 dólares, del costo de las estimaciones de la FAO. Pero, aunque treta de un valor por debajo del promedio mundial (3,54 dólares) y regional (3,89), sigue siendo inasequible para el 26,49% de la población.

Es más, se sabe que aquello que más contribuyó a que la inflación de 2022 sea de 13.12 por ciento -la más alta en 23 años- fueron los precios de los alimentos (4.88 puntos porcentuales) que aumentaron 27.81 por ciento, según informó la directora del Dane, Piedad Urdinola.

El producto que más impuló este dato anual de los alimentos fue el costo de la carne de res. Entre 2017 y 2020 habrá ganancias significativas, pero con la llegada del covid-19 comenzó una tendencia alcista que terminó hace un año aproximadamente. Aunque ha venido bajando, hasta principios de este año todavía ha registrado una inflación de 20.21 por ciento, nivel que no se veía desde 2016.

Comer saludable se considera un acto de autocuidado en combinación con factores importantes como la educación nutricional, la seguridad alimentaria y los recursos económicos de las personas.

Después está el arroz, que comenzó a aumentar desde finales de 2021 y todavía sigue en proceso. Al cierre del año pasado se había encarecido 54.05 por ciento.

Asimismo, se destacan los aumentos que registraron productos como la arracacha y nombre (109,84 por ciento), cebolla (106,81 por ciento), yuca (88,08 por ciento), plátano (64,12 por ciento) y café (52,69 por ciento).

Además de las legumbres secas (47,81 por ciento), azúcar (43,12 por ciento), trigo (35,9 por ciento), leche (36,65 por ciento), huevos (33,68 por ciento), papa (33,77 por ciento) y el pan (30,36 por ciento).

Estos mayores costos en los alimentos también llevaron a que la comida que consumen los colombianos en los restaurantes será scarred. De nuevo, el incremento pronunciado comenzó con la llegada del covid-19 y alcanzó niveles de 18.70 por ciento en 2022.

Según el informe de las Naciones Unidas, el aumento de precios internacionales de alimentos experimentados desde 2020, especialmente después de l’inicio del conflicto en Ucrania, y el alza en la inflación alimentaria que se encuentra por encima de la media general, han incrementado las dificultades para que las personas puedan acceder a una alimentación saludable.

Rossana Polastri, directora regional del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, concluye que América Latina y el Caribe es la región del mundo con la dieta más sana pero más cara, “lo que afecta particularmente a poblaciones vulnerables como pequeños agricultores, habitantes rurales e indígenas. y afrodescendente, las cuales destinan un mayor porcentaje de ingresos a la compra de alimentos”.

Los precios no son impedimento

A pesar del panorama que retrata la crisis alimentaria en la que han sumergido los países de rentas media y bajas (incluyendo Colombia) especialistas en nutrición aseguran que es posible comer sano sin que esto perjudique el bolsillo de las personas.

El factor más importante es contar con la educación alimentaria y nutricional necesaria para seleccionar de forma adecuada y responsable aquellos alimentos que cubran las necesidades energéticas,

Foto :

Jaiver Nieto Álvarez / ETCE

Lo cierto es que una dieta saludable fomenta, mantiene la salud y previene el riesgo de sufrir enfermedades derivadas o asociadas a su consumo. Así, más que una moda, lo saludable se considera un acto de autocuidado en combinación con factores importantes como la educación nutricional, la seguridad alimentaria y los recursos económicos de las personas.

Según la doctora Inés Morales, Directora del programa de Nutrición y Dietética de la Fundación Universitaria San Martín, el acceso económico influye, pero no es un limitante a la hora de tener una dieta saludable.

Por el contrario, el factor más importante es contar con la educación alimentaria y nutricional necesaria para seleccionar de forma adecuada y responsable aquellos alimentos que cubren las necesidades energéticas, proteicas y de micronutrientes de cada persona.

“La selección de alimentos es la mediana del nivel de consumo, así como la publicidad e información referente a los colombianos sobre las propiedades nutricionales. Asimismo, la importancia de reconocer la diversidad que ofrecen los grupos de alimentos, lo cual permite suplir elementos de la dieta por otros de igual calidad nutricional que por baja producción, factores de importación, elevación en el precio del combustible o situaciones climáticas, puede tienen dificultad para acceder y generar un alza habitual en la canasta básica de alimentos”, explicó Morales.

Por ello, si necesitas estar interesado en iniciar o mantener una alimentación saludable mediante la realización de una dieta equilibrada en cantidad y cantidad de nutrientes -que no afecte tu economía personal- puedes seguir estas recomendaciones nutricionista:

1. Alimentos consumidos de origen colombiano: Esto favorece al ahorro y al
reconocimiento de la soberanía alimentaria. Es vital incluir dentro de la dieta diaria
alimentos que aportan proteínas -leche, huevos, carnes, aves, peces-, hidratos de
carbono complejos -cereales no refinados, tubérculos y raíces- frutas, vegetales y
Aceites de origen vegetal.

“Importante evitar el consumo de grasas trans, como los procesos industriales que involucran los aceites de estado líquido a sólido agregándoles hidrógeno, como margarinas y mantecas. De igual forma, las grasas saturadas de origen animal que están presentes en estado sólido a temperatura ambiente en productos como carne, leche entera y helados cremosos grasa preparados con láctea, las cuales no son beneficiosas para la salud”, explica Morales.

2. Revisar la información nutricional de los productos: Al momento de comprar, es
revisión fundamental de etiquetas – especialmente productos ultraprocesados,
con azúcar adicionada o con altos niveles de sodio y sale- estos han venido
presentando un mayor valor en el mercado debido a las estratagias implementadas
para reducir el consumo.

3. Acuda a alimentos de temporada: El alza en los combustibles puede ser un factor
determinante a la hora de definir el precio de los alimentos, esto debido al valor que
requiere su transporte entre regiones o países, en el caso de productos importados.
Así, una de las alternativas para la economía de su hogar es adquirir alimentos
lo que sucede en el área alrededor del territorio, donde es fácil disponer de
adquisición. Otra estratagia es aprovechar aquellos víveres en temporada que, debido a su alta producción, disminuyen su valor en el mercado.

4. Estilo de vida saludable: Por último, la doctora Morales asegura que es básico incentivar la práctica de un estilo de vida saludable e integral, donde prime la actividad física acompañada de dietas equilibradas, factores que minimizan el riesgo de sufrir enfermedades que demanden alta inversión de dinero para su tratamiento, lo que al final, garantizado que el presupuesto del hogar se optimice.

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